Ser un buen atleta implica mucho más que ser excelente en un deporte. También hay un aspecto psicológico, ya que necesitas preparar tu mente y tener la actitud correcta para ser lo mejor que puedas ser. Al combinar una mentalidad positiva con buenos hábitos y prácticas y un estilo de vida saludable, puede continuar mejorando su capacidad física y convertirse en su mejor yo.
Pasos
Parte 1 de 3: Practicando para ser genial
Paso 1. Trabaje junto con un entrenador
Probablemente conozcas muy bien tu propio cuerpo y tus habilidades físicas, pero siempre es bueno tener una perspectiva externa. El entrenador puede ayudarlo a establecer metas que puede lograr, mantenerse enfocado en lograrlas y encontrar formas de mejorar si se queda atrás. Hay varios entrenadores que pueden trabajar en el acondicionamiento, la técnica y muchos otros aspectos del atletismo y el nivel de habilidad.
Otra gran ventaja de tener un entrenador es que planifica los ejercicios y las repeticiones. Con el profesional, solo tienes que preocuparte de llegar a tiempo a la sesión de entrenamiento, ya que tiene todo el equipo y el horario listo para el entrenamiento
Paso 2. Haz un programa individual
Para mejorar su físico, debe concentrarse en sus debilidades particulares. Practicar con el equipo es importante, pero también necesita tomarse un tiempo para mejorar la habilidad individual. La variación de rutina también es una excelente manera de mejorar el rendimiento general y reducir el riesgo de lesiones. Habla con el entrenador o el entrenador sobre las formas de trabajar en tus debilidades específicas y desarrollar todas las facetas del deporte.
Paso 3. Llegue a tiempo
En el entrenamiento, ya sea solo o en equipo, el entrenador o formador debe tomarse un tiempo para trabajar con usted. Maximice este tiempo al no perder el momento adecuado. Es decir, si la sesión empieza a una hora determinada, digamos a las 9 de la mañana, tienes que llegar, ya estar con la ropa adecuada y listo para empezar y no solo estar ahí.
Paso 4. Manténgase enfocado cuando entrene
Es fácil dejar que su mente divague al hacer repeticiones y ejercicios. Sin embargo, es importante concentrarse en lo que está haciendo.
Paso 5. Relájese después de hacer ejercicio
Cuando termine su entrenamiento con pesas o sesión de entrenamiento, tómese el tiempo para darle a su cuerpo un período de descanso. Algunos movimientos y estiramientos de baja intensidad son buenos para restaurar los músculos y procesar la "basura" metabólica y son una excelente manera de relajar la mente después de un entrenamiento intenso o un partido.
Parte 2 de 3: Ponerse en forma mentalmente
Paso 1. Encuentra un deporte que te guste
Para convertirse en un excelente atleta, lo mejor que puede hacer es encontrar algo que realmente le importe. Puede ser un deporte que te encanta jugar y practicar, algo que te ayudará a superar los días difíciles. Además, si disfruta de lo que hace, puede estar menos estresado, lo que le ayuda a recuperarse del entrenamiento y las lesiones.
Paso 2. Haga del deporte una prioridad
Si es importante para ti ser un buen atleta, debes saber que la mejora requiere la dedicación de la mayor parte de tu tiempo. Es posible que no tenga tanto talento o habilidad para ser un profesional, pero al asegurarse de que se reserve un tiempo regular solo para practicar el juego, puede mostrar una mejora constante.
Paso 3. Tenga una actitud positiva
Ser un atleta es tener oportunidades para competir con otros y tener éxito en algo. Concéntrese en las cosas buenas que puede hacer para aspirar a la excelencia, no a la perfección.
Paso 4. Establezca metas
Cuando empiece a practicar o hacer ejercicio, tenga una meta que alcanzar. Los atletas excelentes pueden establecer metas que sean realistas y alcanzables tanto a corto como a largo plazo. Parte de mejorar como atleta es tener la capacidad de establecer metas, pero también de lograrlas de manera regular.
- Tenga metas de desempeño. Estos objetivos sirven para alcanzar hitos específicos durante el juego. Pueden implicar anotar una cierta cantidad de puntos o goles o alcanzar un récord individual, como disminuir el tiempo que te lleva correr una cierta distancia. Estos objetivos deben ser fáciles de seguir para que pueda ver qué tan cerca está el logro.
- Tenga metas de hábito. Sirven para cambiar la forma de jugar, centrándose en el proceso y no en el resultado. Algunos ejemplos son no olvidar mantener la cabeza erguida al hacer un pase o al acostarse a una hora determinada.
Paso 5. Imagínese el éxito
Una parte importante de ser un atleta exitoso es preparar su mente para lo que desea y para el momento en que lo logra. Los atletas de élite visualizan el éxito antes de que suceda, lo que puede ayudar a mantener la calma antes de una competencia al pensar en lo bien que se siente lograr una meta en lugar de estar nerviosos y temerosos de fracasar.
Un método que puede facilitar el proceso es identificar y concentrarse en los éxitos que ya ha tenido. Piensa en tus mayores logros y en cómo fue cuando obtuviste algo. De esta forma, es posible evitar pensar en errores, ya que es muy fácil repetirlos
Paso 6. Sea humilde
Los buenos atletas no solo cuidan su cuerpo y sus habilidades; también respetan a otras personas involucradas en el deporte, incluidos los oponentes. Un buen atleta es capaz de controlar las emociones sin enojarse demasiado cuando las cosas van mal. Esta actitud, además de ayudar a tener una buena relación con los entrenadores y asistentes, también es útil para superar a oponentes difíciles u otros factores que pueden dañar la autoconfianza del deportista.
Parte 3 de 3: Cuidando el cuerpo
Paso 1. Mantente hidratado
Independientemente del nivel de actividad, es importante consumir la cantidad correcta de agua antes, durante y después del ejercicio. Si no está bien hidratado, su cuerpo no funcionará correctamente y tendrá fatiga, calambres y mareos si no tiene algo peor como el agotamiento.
- La recomendación general es beber agua antes, durante y después del ejercicio. Beba de 500 a 600 ml de agua dos o tres horas antes de comenzar y 240 ml de 20 a 30 minutos antes o durante el calentamiento. Al hacer ejercicio, beba de 200 a 300 ml de agua cada 10 a 20 minutos. Después de terminar, asegúrese de beber otros 240 ml durante los primeros 30 minutos.
- Si hace mucho calor o si la actividad física es muy intensa, no dude en aumentar un poco la cantidad de agua.
- Durante el ejercicio, las bebidas deportivas pueden ayudar a mantener la hidratación y la energía. Busque opciones ricas en carbohidratos y electrolitos, para que pueda obtener energía.
Paso 2. Come bien
La dieta correcta proporciona los nutrientes necesarios para el crecimiento muscular y mantiene la energía durante el entrenamiento o el partido. Un buen atleta también debe poder tener una dieta variada antes y después del ejercicio para obtener el máximo beneficio de la comida. Los detalles de tu dieta cambian según el tipo de deporte que practiques y la cantidad de entrenamiento, así que consulta a un entrenador, nutricionista o médico para saber cuál es la mejor dieta para ti.
- Antes de entrenar, es necesario consumir alimentos que ayuden a proporcionar la energía necesaria. Puede ser una comida sencilla con proteínas magras como pollo, verduras y arroz integral. Si necesita algo más rápido, elija carbohidratos simples como medio plátano o una barra de granola energética.
- Después de la actividad física, el objetivo debe ser la recuperación. Necesita comer más alimentos con proteínas y carbohidratos para restaurar la energía. La leche, por ejemplo, que contiene ambos, es una buena opción. También es posible consumir cosas como nueces, granola y yogur para ayudar con el proceso.
Paso 3. Duerma bien
El sueño juega un papel clave en el desempeño sólido y constante de un atleta. Dormir te ayuda a regenerar la energía y la fuerza después del entrenamiento, lo que te permite estar como nuevo al día siguiente para tu próxima práctica o juego. El sueño regular también reduce los niveles de estrés, dejándolo más tranquilo y más concentrado en la competencia.
- Lo ideal es dormir ocho horas cada noche, pero siempre es posible dormir un poco menos o más dependiendo de las necesidades y hábitos personales.
- Si está pasando por un período de entrenamiento intenso o una agenda muy ocupada, no tema agregar algunas horas extra de sueño a su rutina. Una siesta adicional durante el día puede proporcionar un impulso de energía para continuar con las actividades.