Ninguna mujer quiere que su marido la llame gorda, pero si eso te sucede a ti, trata de controlarte. En lugar de relajarse, respire hondo, piense en cómo hablar con él y enfrente lo que dijo con paciencia y calma. Sin embargo, si continúa siendo grosero o a la defensiva, o si por lo general es controlador, es hora de que reflexiones sobre si esta relación es saludable y fructífera. Eres la única persona responsable de asignarte un valor, nadie más tiene el control de tu cuerpo y tus elecciones. Busca apoyo y lucha para que nadie te impida ser feliz contigo mismo.
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Parte 1 de 4: Responder sin agresión

Paso 1. Deténgase y respire antes de responder
Sentirse ofendido por alguien ya es un desencadenante de la ira, pero si esa persona es su esposo, puede ser el desencadenante de una batalla real. Antes de reaccionar por impulso, deténgase un minuto, respire hondo, cálmese y trate de pensar con claridad.
- Puedes decir "Después de esto, necesito unos momentos lejos de ti" y alejarte; no entable ninguna conversación con él hasta que se calme.
- Respire profundamente cinco veces, visualizando algo positivo sobre usted o su vida; no se detenga en lo que acaba de decir su marido.

Paso 2. Piense antes de actuar
Como cualquier persona normal, estarás extremadamente molesto y entrarás en modo defensivo. Sin embargo, por muy natural que sea, reaccionar agresivamente solo causará más conflicto y frustración. Esfuércese por mantener la calma y elija palabras neutrales para expresar cómo se siente.
- Preste atención a su comportamiento general. Si notas que te subestima y quiere hacerte sentir mal, di “Sé a dónde vas. Quieres que me odie a mí mismo, pero soy más fuerte que eso ".
- Por otro lado, si suele ser una persona solidaria, pero lo dijo sin pensar y en un momento de frustración, dile “Lo que dijiste me hace odiar mi cuerpo y me siento disminuido. ¿Hay alguna manera de resolver este problema sin ofenderme? "

Paso 3. Vea si puede hablar sin pelear
En lugar de señalar con el dedo a la cara del otro, intente abordar la conversación de manera objetiva. Úselo como herramienta de comunicación; no uses palabras contundentes. Sea más neutral que eso.
- Tal vez sea un caso de repensar si puedes hablar sobre lo que sientes, especialmente si él nunca se expresa o no te deja hablar sobre lo que te molesta.
- Considere si pueden hablar sobre temas delicados sin sentirse emocionalmente quebrantados o irrespetados.
- Cuando hable de ello, intente llegar a un consenso en lugar de atacarse unos a otros.
Parte 2 de 4: Creer en ti mismo

Paso 1. Recuerde que usted determina su valor
Nadie puede controlar su autoestima por usted, e incluso si la aprobación de su esposo es una buena validación, él no puede cambiar la forma en que se ve a sí misma.
- Por supuesto, escucharlo decir que eres hermosa hace una gran diferencia en la autoestima, pero no confíes solo en lo que él tiene que decir para hacerte sentir bien contigo mismo y cómo te ves.
- Desarrolle su confianza en sí mismo y su amor propio. Repita frases de autoafirmación como "Mi valor no depende de los números en una escala" o "Soy más de lo que muestra mi apariencia".

Paso 2. Priorice sus metas sobre lo que dice su esposo
Si te llama gorda, no te asustes. Si ya tiene planes sobre su propia apariencia, no los pierda de vista. No dejes que tu esposo controle tu voluntad de conquistarte, ni dejes que interfiera con tu felicidad y tu vida.
- Establezca metas que sean positivas para su salud y apariencia física.
- Conoce lo que te hace sentir especial e importante, defiéndete y defiende tus necesidades.
- Encuentra formas de ser feliz contigo mismo, piensa en las cosas y actividades que te hacen realmente feliz, sin importar lo que diga tu esposo.

Paso 3. Cuídate
Ser maldecido y ofendido puede hacerla retroceder o atacar. Sin embargo, no desperdicie tanta energía en sentimientos y pensamientos negativos; Piense en lo que le hace sentir bien y en los mejores aspectos de su vida. Tómese un tiempo para usted y haga lo siguiente:
- Solo piense en los atributos positivos de su cuerpo y personalidad y escríbalos en un diario. Escribe al menos tres cosas diferentes.
- Haga cosas en las que su esposo y su familia no participen. Sal y explora un nuevo lugar, ve a cenar con tus amigos, haz algo de tu lista de deseos antes de morir.
- Prefiera actividades que promuevan una sensación de paz y amor por su cuerpo; buenas ideas son el yoga y la meditación. Recibe un masaje o cualquier cosa que te deje satisfecho y renovado.
Parte 3 de 4: Reconocer una relación abusiva

Paso 1. Descubra si este tipo de comportamiento es común en su esposo
¿Siempre te llama gorda y te humilla? ¿Es un hábito decir palabrotas y menospreciarlo? ¿Te sientes a menudo impotente y avergonzado de ti mismo?
- Si nota que su baja autoestima y falta de autoestima son el resultado de su comportamiento ignorante, es probable que su relación sea abusiva. Nadie tiene derecho a degradarte, especialmente tu marido.
- Trate de llevar un registro de las veces que lo menosprecia y lo hace sentir mal cada día, semana o mes. Recuerde que ser insultado sistemáticamente significa que su relación no es saludable.

Paso 2. Observe si se siente respetado en la relación
No es solo el amor lo que hace que un matrimonio, hay muchos aspectos involucrados y el más importante de ellos es el respeto. Debes tener espacio para sentir y decir lo que quieras, después de todo, eres tan importante como él en esta relación. Lea las siguientes preguntas y vea si es respetado:
- ¿Confías en tu marido?
- ¿Te sientes seguro para hablar sobre lo que quieras?
- ¿Se siente amado por lo que es y por las cosas que hace?

Paso 3. Detecte señales de abuso verbal
Uno de los aspectos del abuso es el control y una de las formas de ejercerlo es humillando a la víctima, como llamarla gorda, por ejemplo. Un abusador usará una variedad de excusas para validar su comportamiento, incluida la culpa a la víctima.
- Piensa detenidamente en tu relación y averigua si él te domina, humilla, aísla, amenaza, intimida o te culpa habitualmente.
- Considere si está a salvo en su hogar o si necesita caminar sobre cáscaras de huevo al tratar con su esposo.
- Sepa que usted no está solo. Sea valiente y enfrente el hecho de que se merece algo mejor.
Parte 4 de 4: Obtener apoyo

Paso 1. Habla con un trabajador social
En una situación como esta, es normal perderse y sentirse inseguro. En ese caso, debe buscar un trabajador social; puede ayudarlo a diferenciar una relación abusiva de una saludable.
- Infórmese sobre la Ley Maria da Penha. Llame al 180 y averigüe cómo puede proceder. Este es el teléfono de la Secretaría de Políticas de la Mujer y te ayudarán a realizar las acciones más adecuadas.
- Busque un refugio para mujeres víctimas de violencia doméstica, averigüe cómo la ley puede ayudarla.

Paso 2. Haz terapia de pareja
Si tu matrimonio no es exactamente abusivo, pero luchas constantemente, acudir a un terapeuta puede ayudarte a comunicarte con más claridad. Considérelo como una herramienta para hacer crecer y mejorar la relación y no como algo de lo que avergonzarse.
- La terapia debe ser una prioridad, aprovecha esta oportunidad para mejorar la salud de tu matrimonio y tener más confianza en ti mismo.
- Es posible que su esposo no esté de acuerdo con la terapia; en ese caso, lo mejor que puede hacer es ir solo. Un terapeuta lo ayudará a enfrentar y superar los desafíos de su matrimonio.

Paso 3. Póngase en contacto con amigos y familiares
Busque su apoyo y comprensión. Elija personas en las que realmente pueda confiar, hable con ellas sobre los problemas de su relación y lo que ha dicho su esposo. Probablemente uno de ellos tendrá algo valioso que enseñar.
- No te aísles cuando alguien (ya sea tu esposo o cualquier otra persona) te insulta. Habla con las personas que amas, persigue a amigos y familiares que quieran verte feliz.
- Desarrolle su fuerza y sabiduría a través de otras personas que han sufrido de una imagen propia o un matrimonio disfuncional.