El trastorno de oposición desafiante (ODD) afecta al 6-10% de todos los niños. Hacer frente a este trastorno puede ser un gran desafío para los padres, ya que el niño parece estar en una lucha constante por el poder, lo que impide que los miembros de la familia se lleven bien con él. Es importante comprender a su hijo y hacer los ajustes necesarios para acercarse a él de manera eficaz.
pasos
Método 1 de 3: Comprensión del comportamiento de su hijo

Paso 1. Identifique los síntomas de TOD
Los niños con TND tienden a exhibir ciertos comportamientos distintivos, generalmente comenzando en el preescolar y casi siempre antes de la adolescencia. Aunque todos los niños tienen problemas de conducta, un niño que tiene ODD exhibirá un patrón "frecuente y persistente" de hostilidad y desobediencia. Si identifica cuatro o más de los siguientes comportamientos en su hijo y estos comportamientos causan problemas frecuentes en el hogar, la escuela o en otro lugar, que duran al menos seis meses, lleve a su hijo a un terapeuta para un diagnóstico formal:
- Pérdida constante de la paciencia.
- Discusiones frecuentes con adultos.
- Negarse a obedecer cuando los adultos lo soliciten.
- Irritar deliberadamente a las personas y ser fácilmente irritable por ellas.
- Culpar a los demás por sus errores o mala conducta.
- Ira y resentimiento constantes.
- Comportamiento rencoroso y vengativo.

Paso 2. Observe una tendencia a la victimización
Los niños con TND se consideran víctimas y creen que acciones como golpear una pared o lastimar a otro niño están justificadas. Recuérdele al niño que está bien estar enojado. Incluso puede ser la víctima en determinadas situaciones. A pesar de esto, la reacción suele ser más grave que la ofensa original.

Paso 3. Hable con su hijo sobre sus reacciones
Si bien puede estar legítimamente molesto, sigue siendo responsable de su comportamiento y actitudes. Nadie le hizo actuar de forma negativa o dañina. Él fue quien lo eligió de esa manera. Reconoce que suceden cosas malas, pero la decisión sobre cómo reaccionar ante esas cosas es solo suya, sin importar cuán injusta parezca la situación.
Pregúntele a su hijo si cree que está bien que un compañero lo golpee si está enojado. Averigüe si él piensa que es diferente cuando él está enojado y golpea a alguien por eso

Paso 4. Reconozca la necesidad de mantener el control
Los niños con ODD a menudo hacen todo lo posible para sentirse en control. Puede comenzar discutiendo con su hijo sobre golpear a su primo y terminar en una lucha de poder sin ninguna relación. En lugar de meterte en esta pelea, evita que continúe. Simplemente puede alejarse o llevar la conversación al punto de partida.
Reconozca cuando su hijo defiende la defensa propia o simplemente lucha por el poder

Paso 5. Enseñe formas constructivas de manejar una situación difícil
Su hijo no necesita saber cómo “no” reaccionar, sino cómo reaccionar apropiadamente. Puedes hablar con él sobre ello e incluso crear situaciones que le ayuden a responder de forma constructiva. A continuación, se muestran algunos puntos que se pueden abordar:
- Respire profundamente o cuente hasta diez para calmarse.
- Establezca límites, como pedir que no lo toquen e informarle que necesita tiempo a solas.
- Utilice el lenguaje de "yo".
- Muestre qué hacer cuando alguien no respeta sus límites o sentimientos.
- Busque ayuda cuando se sienta confundido o molesto.
Método 2 de 3: Ajuste de sus técnicas de crianza

Paso 1. Aprenda a comunicarse eficazmente con su hijo
Al tratar de hablar con su hijo, ya sea para hacer una solicitud, reprenderlo o felicitarlo, existen ciertos enfoques que son útiles, constructivos y evitan que comience a portarse mal.
- Trate de hablar con calma y claridad, utilizando explicaciones breves y directas. Diga clara y directamente lo que quiere y espera de él.
- Haga contacto visual, manteniendo su postura, gestos y expresión facial relajados o neutrales.
- Hágale preguntas a su hijo y preste atención a sus respuestas. Discuta lo que está sucediendo en el presente, no las cosas que ha hecho en el pasado, siempre con miras a resolver problemas.
- No regañe, maldiga, hable de viejos problemas, grite, haga suposiciones sobre el comportamiento de su hijo o use un lenguaje corporal negativo.

Paso 2. No reaccione con enojo
Si bien es difícil controlar sus emociones en determinadas situaciones, haga todo lo posible para evitar el enojo cuando trate con su hijo. Diga lo que pasó, explique por qué no debería volver a suceder y diga que necesita cambiar. Asegúrese de asignar consecuencias relacionadas con el mal comportamiento. Una vez hecho esto, retírese y no se involucre en ningún conflicto.
Si se pone nervioso, respire hondo para calmarse o repita mentalmente una frase que le ayude a estar más relajado. Tómate el tiempo para no decir nada que pueda hacer que te arrepientas más tarde

Paso 3. No juegue al juego de la culpa
No culpe a su hijo ("mi hijo está arruinando mi vida. No tengo tiempo para mí porque siempre necesito disciplinarlo") y no se culpe a usted mismo ("Si yo fuera un mejor padre, tal vez él no lo haría. No actúe de esa manera "Si se encuentra pensando algo como esto, deténgase y tómese un tiempo para reconocer estos sentimientos. Recuerde que su hijo no es responsable de su bienestar emocional. Solo usted puede ser responsable de cómo se siente.
Asuma la responsabilidad de sus propios sentimientos y actitudes convirtiéndose en un ejemplo para su hijo

Paso 4. Sea consistente
La relación con los padres en general puede resultar confusa para un niño. Si ve la oportunidad de conseguir lo que quiere, probablemente no la dejará pasar. Una táctica común de los niños es tratar de desgastarte hasta que digas que sí. Durante las discusiones, responda de manera consistente. Sea claro acerca de sus expectativas y sea estricto al hacer cumplir sus reglas.
- Cree un cuadro de comportamiento y consecuencias que le permita a su hijo visualizar lo que ciertos comportamientos pueden hacerle. Sea claro y coherente para que su hijo siempre sepa qué esperar de usted. Premie las buenas actitudes y castigue el mal comportamiento con las consecuencias adecuadas.
- Si el niño trata de agotarlo, sea claro. Muestre firmeza y diga “no, no lo es”. Demuéstrale que no retrocederás solo porque ella sigue pidiendo lo mismo. Intente respuestas simples como “esto no es tema de discusión” o “No discutiré este tema. Esta conversación terminó."

Paso 5. Ajuste sus pensamientos
Si entabla una discusión, asumiendo que su hijo está tratando de molestarlo o meterlo en problemas, esto definirá sus respuestas. Es natural querer pelear con alguien que pelea contigo, incluso si ese alguien es tu hijo. No espere que él mismo corrija sus actitudes, necesita ser guiado. Cuando tenga pensamientos negativos sobre su hijo, intente reemplazarlos por otros más positivos.
Si se encuentra pensando en cómo su hijo siempre está tratando de iniciar una pelea, reemplace ese pensamiento con la noción de que todos los niños tienen fortalezas y debilidades. Sepa que sus esfuerzos pueden ayudar a su hijo a adquirir las habilidades que necesita para expresarse de manera productiva

Paso 6. Identifique los factores estresantes familiares y ambientales
Considere el tipo de vida que lleva el niño. ¿La familia siempre está peleando entre sí o algún miembro de la familia tiene problemas con el abuso de sustancias? ¿Pasa suficiente tiempo con su hijo o lo hace ver mucha televisión y jugar videojuegos durante horas para distraerlo? Identifique situaciones, obvias o más sutiles, que puedan estar afectando negativamente a su hijo. Una vez hecho esto, haga todo lo posible por cambiar estas cosas.
- Considere limitar el tiempo de juego y la televisión de su hijo, celebrar cenas familiares obligatorias y buscar consejo si usted y su cónyuge se pelean con demasiada frecuencia. Si hay abuso de sustancias o un trastorno mental en la familia, ayude a la persona a buscar tratamiento.
- Otros posibles factores estresantes familiares y ambientales incluyen estrés económico, padres con enfermedades mentales, castigos muy duros y severos, mudanzas frecuentes y divorcios.

Paso 7. Ayude a identificar las emociones
Su hijo puede sentir enojo o frustración y no saber cómo expresar estas emociones de una manera positiva o constructiva. Si nota que está enojado, etiquete la emoción por él. Indique explícitamente que parece estar enojado. Indique sus sentimientos y los de otras personas con las que convive. Diga que cuando se siente triste, prefiere mantenerse tranquilo y no hablar con nadie.
Hable sobre cómo expresar sus sentimientos. Pregunte si su hijo puede identificar cuando alguien está molesto. Averigüe si se da cuenta de que las personas que lo rodean están felices. Pregunte cómo, en su opinión, es una persona cuando está enojada. Hable sobre cómo se siente y expresa su hijo cada emoción

Paso 8. Enfatice la importancia del respeto y los límites
Deje en claro que su hijo y los demás tienen derecho a establecer límites y respetarlos. Aprender los principios del consentimiento puede ayudar a su hijo a reconocer que no es correcto golpear, empujar o patear a alguien.
- Pon límites a las personas que te rodean, si es necesario. Por ejemplo, puedes decir que a su hermana no le gusta que la abrazen, sino que simplemente le dio la mano, si ese es el caso. Refuerce que debe respetar esto.
- Imponga límites relacionados con sus hijos. Por ejemplo, si los otros niños están despeinando el cabello de su hija incluso después de que ella les pide que se detengan, mírelos con seriedad y déjeles en claro que eso no es correcto.
Método 3 de 3: buscar ayuda

Paso 1. Inicie un tratamiento lo antes posible
Los niños con ODD pueden mejorar. Los estudios muestran que hasta el 67% de los niños diagnosticados con ODD se volverán asintomáticos dentro de los tres años si reciben tratamiento. Cuanto antes comience a tratar el ODD y cualquier otro problema, mayores serán las posibilidades de recuperación de su hijo.
Desafortunadamente, el 30% de los niños diagnosticados desarrollarán un trastorno de conducta. Este trastorno se considera más grave y puede conducir a conductas antisociales, así como a la crueldad hacia otras personas o animales, además de confrontaciones físicas, tendencias al incendio provocado y actividades sexuales forzadas

Paso 2. Busque un terapeuta para su hijo
Si tiene problemas para llevarse bien con su hijo, es muy posible que su hijo tenga sus propias dificultades. Aunque exteriormente se esté portando mal, interiormente puede que no sepa cómo expresar sus necesidades y deseos de una manera que se entienda fácilmente. Un terapeuta puede ayudarlo a expresarse de una manera más saludable. Puede ayudar a su hijo a comprender sus emociones y expresarlas de manera constructiva al lidiar con la ira.
- La terapia conductual para niños es ayudarlos a dejar de lado los comportamientos negativos y reemplazarlos por otros más positivos. La terapia a menudo requiere que los padres ayuden a hacer cumplir los nuevos comportamientos aprendidos en el hogar.
- La terapia puede ayudar a su hijo a desarrollar habilidades de resolución de conflictos, empatía y habilidades sociales, y reducir el comportamiento agresivo.
- Averigüe si hay programas cercanos que ayuden a los niños a desarrollar habilidades sociales. Estos programas ayudan a los niños a interactuar con sus compañeros de una manera más positiva, así como a mejorar el desempeño escolar.

Paso 3. Trate otros problemas de salud mental
A menudo, los niños con ODD también tendrán otros problemas emocionales, como ansiedad, depresión o trastorno por déficit de atención con hiperactividad. Si sospecha que su hijo puede tener alguno de estos trastornos, programe una cita con un terapeuta para obtener un posible diagnóstico. El niño no progresará con el tratamiento del ODD si hay un trastorno coexistente que no se está tratando.

Paso 4. Participe en programas de terapia familiar y capacitación para padres
Si bien es posible que no le haya resultado muy difícil lidiar con sus otros hijos y sus problemas, un niño con ODD puede ser un desafío inimaginable. Puede ser útil ajustar completamente sus técnicas. Un curso para padres puede ser beneficioso para desarrollar los ajustes necesarios a su enfoque.
- Puede aprender diferentes formas de abordar el comportamiento de su hijo, manejar los sistemas de comportamiento y encontrar apoyo en la experiencia de otros padres que también están teniendo problemas con sus hijos.
- La terapia familiar puede ayudar a toda la familia a interactuar positivamente con el niño con ODD y dar voz a las preocupaciones de todos los involucrados. También sirve para educar a los miembros de la familia sobre TOD.

Paso 5. Escuche a los adultos y adolescentes que han tenido TND en la niñez
Descubra qué hicieron sus padres para lidiar con ellos y qué querían que hicieran para ayudarlos. Estas personas ya han estado en el lugar de su hijo, por lo que pueden ofrecer excelentes consejos sobre cómo manejar la situación.

Paso 6. Únase a un grupo de apoyo para padres
Los grupos de apoyo pueden brindar un tipo de ayuda que ningún otro recurso puede replicar. Reunirse con otros padres que están experimentando problemas similares puede ser un alivio y una forma de compartir sus frustraciones e inspiraciones. Puede entablar amistades con otros padres que estén pasando por dificultades similares y fomentar el apoyo mutuo.
Busque recursos en línea como blogs, sitios web, grupos de apoyo y otra ayuda disponible para los padres que necesitan lidiar con trastornos como el TOC, el trastorno por déficit de atención y otros

Paso 7. Incluya medicamentos en el tratamiento de su hijo, si es necesario
Por sí mismos, ningún medicamento es un tratamiento adecuado para el TND, pero algunos pueden ayudar a tratar los problemas de salud mental y reducir algunos de los síntomas más graves. Concierte una cita con un psiquiatra y hable sobre la necesidad de medicar a su hijo.