Al igual que con todos los mariscos, es mejor comer las ostras frescas de inmediato. Pero, si los compraste, tuviste algún imprevisto y no pudiste prepararlos, debes saber que te los puedes quedar, eso sí. El proceso debe realizarse con mucho cuidado, pero no es tan complicado. Si lo respetas correctamente, ¡no tendrás ningún problema a la hora de deleitarte con las ostras!
pasos
Método 1 de 2: almacenar ostras en el refrigerador
Paso 1. No lo abra ni lo lave
Para conservar el sabor, simplemente ábrelos al comer. Además, dejarlos en el caparazón también reduce las posibilidades de que se echen a perder.
- Si ya vienen trilladas, tendrás que guardarlas en el congelador.
- Dejar impurezas en las ostras evita que se sequen y ayuda a proteger la carne.
Paso 2. Vierta hielo en un tazón pequeño u otro recipiente abierto
Podría ser una olla, una hielera pequeña o algo así, que puedes refrigerar y dejar abierto. Luego llene el fondo con cubitos de hielo.
- No coloque las ostras en recipientes cerrados, ya que eventualmente morirán.
- Durante el proceso de refrigeración, es posible que deba cambiar el hielo, así que solo haga esto si siempre puede estar atento.
Paso 3. Coloque las ostras en el lecho de hielo, con el lado más plano hacia arriba
Guárdalos igual que en los puestos de pescado para que no pierdan su frescura. Si quieres que mantengan la jugosidad, es muy importante dejarlas boca abajo, con el lado recto hacia arriba.
Paso 4. Cubra las ostras con un paño humedecido en agua fría
Sumerja un paño de cocina fino y limpio en agua fría y exprima el exceso. Luego colóquelo en el bol para evitar que las ostras se sequen, sin contaminarlas con el contacto directo con el agua.
- Si lo prefiere, cúbralos con una toalla de papel o periódico humedecido.
- Las ostras son criaturas de agua salada, por lo que sumergirlas en agua dulce las matará.
Paso 5. Refrigere el recipiente
Si puedes, déjala a una temperatura entre 2 y 4 ° C y, para evitar la contaminación, coloca la olla encima de los estantes con la carne.
Si es posible, revise las ostras al menos una vez al día después de refrigerarlas. Si la toalla se seca, vuelva a mojarla y, si el hielo se derrite, agregue más
Paso 6. Guarde las ostras en el refrigerador hasta por dos días
Para estar seguro, cómelos dentro de este período, comenzando desde el momento en que los guarde en el refrigerador. Aunque algunas ostras pueden durar hasta una semana, es un poco arriesgado consumirlas debido al riesgo de intoxicación alimentaria.
- Si las ostras vinieron con una fecha de vencimiento, confíe en eso para saber cuánto tiempo almacenarlas.
- Si necesita almacenarlos por más de dos días, congélelos.
Paso 7. Pele las ostras cuando quiera comerlas
Al consumirlos, lavarlos con agua fría y abrir las cáscaras. Para ello, pase un cuchillo por el lado recto y levante la cáscara. Antes de comer, retire la carne del caparazón también con ayuda de un cuchillo.
Antes de comer las ostras, míralas bien para asegurarte de que estén buenas. Si la cáscara se ve dañada, la carne tiene un olor extraño o es gris, marrón, negra o rosa, deséchela
Método 2 de 2: congelar las ostras
Paso 1. Déjalos en el cucharón y lávalos
Por lo tanto, las posibilidades de que se eche a perder son mucho menores y el sabor se conserva mejor. A diferencia del método anterior, en este, lavarlos con agua fría ayuda a protegerlos de las bacterias.
Si no tienes espacio en el congelador para almacenar ostras enteras, primero debes descascararlas. Si lo hace, guarde el caldo que sale de ellos, ya que lo necesitará más adelante
Paso 2. Coloque las ostras en un recipiente congelador
Para evitar que se echen a perder, es necesario dejarlos en una olla o bolsa de plástico que pueda soportar las bajas temperaturas. ¿Trilló las ostras y quiere meterlas en una bolsa? Entonces es bueno que sea bastante estable.
Para evitar la congelación, no deje más de 1 cm de espacio vacío en el recipiente
Paso 3. Vierta el caldo de ostras en el recipiente, si las está congelando sin la cáscara
Para conservar la textura, remojar las ostras en el licor que sale de ellas al trillarlas. Es importante que estén completamente cubiertos.
Si no tiene suficiente caldo, rellénelo con agua
Paso 4. Cierre el contenedor
Si eligió una bolsa ziplock, elimine todo el aire y ciérrela correctamente antes de llevarla al congelador. A diferencia del método anterior, en este se conservan mejor las ostras de esta forma.
- Si usa una olla de plástico, asegúrese de que la tapa sea hermética.
- No olvide escribir la fecha de congelación en el frasco.
Paso 5. Guarde las ostras en el congelador hasta por tres meses
Si se congelan correctamente, las ostras frescas durarán entre dos y tres meses. Para asegurarse de que no se hayan echado a perder, mire de vez en cuando y saque los que tengan la cáscara rota o la carne rosada, negra, marrón o gris.
Aunque no se estropearán, no tendrán el mismo sabor con el tiempo
Paso 6. Antes de consumir, descongelar las ostras
Saque con cuidado la olla del congelador y muévala a una parte abierta y limpia del refrigerador. Dependiendo de su temperatura, el proceso puede durar hasta veinte horas.
- Con este método, durarán un poco más, lo que significa que no tienes que comerlos de inmediato.
- Si lo desea, también puede descongelar las ostras sumergiéndolas en un recipiente con agua fría. Pero, en este caso, conviene consumirlos inmediatamente, ya que se echan a perder rápidamente.