Los nervios se pellizcan y pellizcan cuando hay demasiada tensión en los músculos, articulaciones y tendones circundantes. Pueden surgir síntomas como dolor, entumecimiento, hormigueo e incluso pérdida de la función nerviosa, y esto puede ocurrir en diversas áreas del cuerpo como la espalda, el cuello, la muñeca o el brazo. Hay varios pasos que puede seguir para verificar si hay nervios pinzados, pero es fundamental que consulte a su médico lo antes posible si sufre de dolor, hormigueo o entumecimiento en una parte de su cuerpo.
pasos
Parte 1 de 3: Identificación de los síntomas

Paso 1. Esté atento a la debilidad muscular
Este es un síntoma común de compresión nerviosa; vea si hay alguna interferencia en su fuerza para ver si algún nervio está mal.
Si hay compresión en un nervio de la muñeca, por ejemplo, la función de los dedos y la firmeza de la mano pueden verse afectadas

Paso 2. Observe si hay una sensación de "aguja", llamada parestesia
Por lo general, se describe como si una aguja se clavara en el brazo o como si tuviera picazón. Cuando nota hormigueo, dolor o debilidad, es posible que un nervio esté bajo presión.

Paso 3. Las sensaciones de dolor agudas o intensas, además de ardor, también pueden indicar este problema
En ciertos casos, hay malestar en una zona del cuerpo o dolor que se irradia de un lugar a otro. Por ejemplo, si el nervio afectado está en el cuello, aparece un dolor agudo solo en esa región o una incomodidad que irradia de ella.
El dolor agudo en la zona lumbar puede irradiarse a las nalgas y las piernas. Asimismo, la presencia de dolor en la zona lumbar puede llegar hasta los hombros e incluso los brazos. Doblar, presionar y levantar objetos solo empeorará el malestar

Paso 4. Preste atención al entumecimiento y hormigueo, que son sensaciones que aparecen en la parte del cuerpo afectada por el nervio pinzado
Si está en el hombro, por ejemplo, existe la posibilidad de entumecimiento en el propio hombro o en parte del brazo.

Paso 5. Observe si los síntomas empeoran por la noche
En ocasiones, las personas con un nervio pinzado tendrán alteraciones del sueño debido al aumento del dolor durante la noche. Tienen dificultades para encontrar una posición cómoda para dormir, ya que casi todos se sienten incómodos.
Dormir boca arriba o de costado puede aumentar la presión sobre la columna y el cuello, comprimiendo los nervios en esas áreas y empeorando los síntomas
Parte 2 de 3: Buscando un diagnóstico

Paso 1. Si los síntomas causados por la compresión persisten durante más de una semana, consulte a su médico
Esto es importante, especialmente si no responden positivamente a las compresas calientes o los medicamentos de venta libre. Hágale saber qué síntomas tiene, cuándo comenzaron y qué los minimiza (si los hay).
- También es fundamental informar a su médico sobre cualquier cambio reciente en sus niveles de actividad física y en la función de los intestinos y la vejiga.
- Tenga en cuenta que no tratar un nervio pinzado puede provocar otras afecciones, como neuropatía periférica, síndrome del túnel carpiano y epicondilitis lateral (codo de tenista).

Paso 2. Hágase un examen físico
El médico examinará el cuerpo en busca de signos de un problema; debe especificar dónde está experimentando molestias. Por ejemplo, si hay entumecimiento y hormigueo en una región de la pierna, indíquelo durante la consulta.
Con el tiempo, el nervio pinzado puede provocar hinchazón, presión e incluso tejido cicatricial. Es posible que el médico esté buscando estos signos, así que informe cualquiera de estos síntomas

Paso 3. Presentarse a los exámenes
Es posible que el médico no pueda hacer un diagnóstico de acuerdo con los síntomas y una prueba física; puede ser necesario realizar exámenes más profundos para identificar el problema. Algunos de ellos son:
- Resonancia magnética: esta prueba se puede solicitar para obtener imágenes de la región afectada. A través de potentes imanes y ondas de radio, se generan imágenes corporales internas.
- Estudio de conducción nerviosa: en esta prueba, se colocan una serie de electrodos en la piel para medir la respuesta de los nervios cuando pasan pequeñas ondas eléctricas.
- Electromiografía (EMG): prueba en la que se inserta una aguja en los músculos donde el paciente tiene síntomas de nervios pinzados. Las reacciones se prueban para determinar si hay algún daño en los nervios.
- Radiografía: no se muestran los nervios, pero las imágenes ayudan al médico a encontrar la degeneración ósea y los cambios debidos a la artritis.
Parte 3 de 3: Evaluación de riesgos

Paso 1. Las personas obesas tienen un mayor riesgo de compresión nerviosa
La obesidad puede hacer que los pacientes sean propensos a esta afección, ya que el exceso de masa ejerce presión sobre diferentes partes del cuerpo.

Paso 2. El género de la persona también influye en el riesgo
Las mujeres tienen más probabilidades de experimentar compresión nerviosa, ya que tienen más probabilidades de desarrollar el síndrome del túnel carpiano, una afección que provoca entumecimiento y hormigueo en el pulgar y los dedos medio e índice.
- La espalda no se ve afectada, pero las manos y los brazos sufren mucho.
- Cuando las mujeres quedan embarazadas y aumentan mucho de peso, aumentan las posibilidades de sufrir una compresión nerviosa.

Paso 3. Analice su estilo de vida y actividades recientes
Un nervio se puede pellizcar después de un ejercicio repetitivo o actividades extenuantes; Piense en sus pasatiempos, actividades diarias y en cualquier otra persona que pueda haber contribuido al problema.
Por ejemplo, tejer o escribir en la computadora son actividades repetitivas que pueden provocar la compresión de un nervio en la muñeca. Asimismo, actividades extenuantes como correr pueden terminar ejerciendo presión sobre una zona nerviosa de la espalda o la cadera

Paso 4. La artritis reumatoide o de muñeca también es un factor posible
Las personas con tales afecciones también tienen un mayor riesgo de compresión nerviosa. Si tiene artritis, es importante comenzar el tratamiento lo antes posible para reducir las posibilidades de comprimirlos.

Paso 5. Se deben tener en cuenta los antecedentes familiares
Si un familiar ya ha tenido la afección, existe una mayor probabilidad de desarrollarla; ciertos individuos están predispuestos a la compresión nerviosa debido a antecedentes familiares. Hable con sus familiares y averigüe si alguna vez alguien ha padecido esta afección; incluso los más distantes pueden influir.
Asimismo, el riesgo de compresión nerviosa aumenta enormemente si algún miembro de la familia tiene trastornos que conducen a la obesidad o la artritis, ya que es consecuencia de dichos problemas de salud

Paso 6. El "pico de loro" (osteofito) es otro problema común
Esta condición hace que la columna vertebral se ponga rígida, lo que lleva a una pérdida de flexibilidad; en consecuencia, el espacio para los nervios se vuelve mucho más pequeño, causando compresión.
Generalmente, el "pico de loro" se forma en la región donde se unen los huesos, es decir, en las articulaciones. Aún así, también pueden aparecer en la columna. Técnicamente, se les llama osteofitos o espolones, ya que son pequeñas proyecciones óseas que sobresalen en el borde de los huesos. ¡Esto es realmente malo para tus nervios

Paso 7. Una mala postura puede ser muy dañina en relación con la compresión nerviosa
Sentarse en cualquier forma o postura puede causar una desalineación de la columna, lo que ejerce presión sobre los nervios.