Todos sufrimos dolores de estómago de vez en cuando, y los perros no son inmunes a esto. Si sospecha que tiene malestar estomacal, siga los consejos a continuación para hacer que su mascota se sienta más cómoda y reducir el riesgo de que el problema se convierta en algo peor.
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Parte 1 de 3: Curar el dolor de estómago de un perro
Paso 1. Controle la comida
Como el sistema digestivo del animal está irritado, déjelo reposar un rato. Alimentar al perro hace que el estómago y los intestinos del perro produzcan jugos digestivos para procesar la comida. Es probable que los jugos empeoren la inflamación o el dolor, empeorando al animal.
- No alimente al perro durante 24 horas.
- Si los síntomas del dolor no desaparecen después de un día, llévelo al veterinario.
Paso 2. Sirva agua limpia y fresca
Vigila el consumo de tu perro: si bebe menos agua de lo habitual en un período de 24 horas y aún se siente incómodo, es hora de llevarlo al veterinario. También tenga en cuenta la presencia de sed excesiva; muchos perros beben más agua de lo normal cuando se sienten mal. Una gran cantidad de agua en el estómago a la vez puede provocar vómitos en el estómago.
- Si vomita agua, controle el consumo aportando pequeñas cantidades cada media hora.
- Servir unos 50 ml de agua cada media hora a un perro que pese menos de 10 kg. Para un perro que pese más de 10 kg, ponga a disposición unos 190 ml de agua cada media hora.
- Si el perro bebe y pasa dos o tres horas sin vomitar, permita el acceso al agua.
- Si continúa vomitando, llévelo al veterinario.
Paso 3. Regrese gradualmente a la alimentación regular
Si el perro parece volver a la normalidad después de 24 horas sin comer, sírvale algo de comida relativamente neutra para otro día. Los alimentos bajos en grasa y de fácil digestión incluyen: pechuga de pollo, conejo, pavo y bacalao. Combine las carnes con fideos integrales, arroz o puré de papas (no agregue productos lácteos).
- No sirva alimentos y piensos con "sabor a pollo", ya que estas opciones generalmente contienen una cantidad mínima de carne de pollo y no sustituyen la carne real.
- Si es necesario, habla con el veterinario y pídele que te indique raciones específicas que te ayudarán a recuperarte de un malestar estomacal.
Paso 4. Empiece lentamente
Para la primera comida después de un día de ayuno, ofrézcale una porción equivalente a 1/4 de lo que come normalmente el perro. La menor cantidad será mejor recibida por su sistema y le permitirá evaluar si el problema ha pasado o no.
Si el perro no tiene hambre o aún no se ve bien después de 24 horas, llévelo a un veterinario lo antes posible
Paso 5. Dale amor y afecto al perro
Un poco de atención siempre ayuda a alguien a mejorar, ¿no es así? Lo mismo ocurre con los perros. Siéntese con su perro y háblele con un tono de voz tranquilo y reconfortante. Acarícialo suavemente.
No masajees la barriga del perro, ya que no entenderá si estás mejorando o empeorando la situación. Cuando tocas un punto particularmente sensible, puedes terminar lastimando al animal y provocando que te muerda por reflejo
Paso 6. Proporcione una fuente de calor suave
Algunos perros a menudo se benefician de la terapia de calor. Si el animal está temblando, envuelva una bolsa de agua caliente en una toalla y colóquela cerca del perro. Tenga cuidado de que no quede atrapado en el calor; déle libertad para decidir si quiere estar cerca de la botella o no.
Paso 7. Comuníquese con un veterinario cuando sea necesario
Si el perro se ve incómodo pero saludable, no hay nada de malo en monitorearlo y seguir los pasos anteriores. Si empeora o tiene alguno de los síntomas a continuación, llévelo a un veterinario:
- Esfuerzo para vomitar sin éxito. Esto podría indicar un problema estomacal grave que debe ser examinado por un veterinario lo antes posible.
- Vómitos que duran más de cuatro horas.
- Vómitos excesivos sin consumo de agua. El animal puede deshidratarse y debe ser llevado a un veterinario. El proveedor determinará si es necesaria la administración de líquidos a través de una inyección intravenosa.
- Falta de energía o aparente dificultad para pensar.
- No coma por más de 24 horas.
- Diarrea (sin sangre) durante más de 24 horas.
- Diarrea con sangre.
- Aumento del dolor demostrado por lloriqueos y quejidos.
Paso 8. Administre medicamentos antieméticos para controlar las náuseas
Si su perro tiene problemas de estómago constantes por una causa conocida (como enfermedad renal o quimioterapia), el veterinario puede recetarle un medicamento especial.
Cerenia (citrato de maropitant) es un medicamento común recetado para perros sometidos a quimioterapia. La tableta se administra a diario y funciona durante 24 horas. La dosis oral es de 2 mg / kg, lo que significa que un labrador retriever de tamaño mediano toma una tableta de 60 mg al día
Parte 2 de 3: Diagnóstico de un dolor de estómago
Paso 1. Sea consciente de la inquietud del perro
Sabes el animal que tienes y sabes cuando algo anda mal. No importa si el perro suele estar enérgico o somnoliento, puedes saber cuándo parece inquieto, lo que puede significar un malestar estomacal.
- El perro puede tener dificultades para encontrar una posición cómoda para acostarse.
- Puede caminar de un lado a otro sin detenerse.
Paso 2. Vea si el perro está mirando los flancos (la región delante de los muslos de las patas traseras)
Los perros a menudo se enferman y no entienden lo que está pasando. Una de las reacciones más comunes es estirar el cuello para identificar el origen del malestar. Un perro que pasa demasiado tiempo mirando la región del vientre puede estar sufriendo.
Paso 3. Esté atento a lamidos excesivos
Los problemas estomacales pueden enfermar a los perros y hacer que se laman los labios con más frecuencia. Algunos perros se lamen las patas u otras partes del cuerpo para consolarse.
- El exceso de babeo también puede indicar náuseas o malestar estomacal. Algunas razas babean más que otras, así que use el sentido común para darse cuenta si la situación es anormal.
- Pasar demasiado tiempo tragando su propia saliva también puede indicar malestar estomacal.
Paso 4. Escuche los ruidos del estómago y los gases
Si un problema digestivo está causando el dolor, es posible que pueda escuchar los ruidos en su estómago. La presencia de aire en los intestinos puede causar problemas y ser audible. En muchos casos, el problema se resuelve con la liberación de gases.
No descarte un malestar estomacal solo porque no escucha su estómago retumbar
Paso 5. Observe si el perro entra en la posición de "oración"
Si el animal se inclina como para jugar, lo que recuerda la posición de oración de algunas religiones, puede tener malestar estomacal. Es posible diferenciar el dolor de los juegos por el comportamiento del animal.
- El perro estira el trasero hacia arriba y baja las patas delanteras.
- El animal asume la posición de estirar el estómago y tratar de aliviar las molestias.
Paso 6. Esté atento a los vómitos y la diarrea
Por lo general, no es necesario vigilar mucho al perro para identificar estos problemas. Como los humanos, los perros también sufren cuando tienen problemas de estómago. Por mucho que limpiar no sea divertido, no lo desquites con la mascota.
Parte 3 de 3: Prevención del dolor de estómago
Paso 1. Mantenga la comida podrida fuera del alcance del animal
Los perros comen casi cualquier cosa, incluidas las cosas que pueden causar problemas graves. Mantenga la comida podrida que aún no se haya desechado fuera del alcance del perro. Vigile su jardín para asegurarse de que ninguna mascota haya muerto en su propiedad y recuerde que el perro probablemente olerá el cadáver antes que usted.
Paso 2. No deje que el perro coma libremente cuando quiera
Algunos propietarios optan por distribuir grandes cantidades de alimento en la olla del perro y permitir que el perro coma todo lo que quiera durante el día. Por mucho que requiera menos trabajo, los expertos no recomiendan este tipo de alimentos. Debido a que los perros no siempre pueden controlarse a sí mismos, la obesidad y otros problemas de salud pueden desarrollarse con el tiempo. Comer demasiado en un período corto también puede causar dolores de estómago que podrían prevenirse con una dieta controlada.
- Sírvale al perro dos porciones iguales dos veces al día, una por la mañana y otra por la noche. El tamaño de la porción depende de la raza y el tamaño del perro; ya que los valores indicados en los paquetes de piensos varían mucho, hable con un veterinario al respecto.
- También hay algunas calculadoras virtuales que te ayudan a identificar la ingesta calórica recomendada para tu perro. Una vez que haya encontrado el valor calórico recomendado, consulte la tabla nutricional de la ración y encuentre el tamaño de porción ideal.
Paso 3. Compre alimento de calidad
Por mucho que los paquetes de piensos indiquen normalmente la raza específica de perro a la que están destinados, tenga en cuenta que la raza no debe influir en la dieta del animal. Su tamaño influye en el tipo de alimento, que debe formularse para un tipo específico de metabolismo.
- Elija alimentos hechos con ingredientes de calidad. Los tipos más baratos suelen contener ingredientes de baja calidad.
- Los fabricantes deben describir los ingredientes del alimento en el paquete, incluidas las cantidades. Busque alimentos que contengan proteínas de pescado, carne o huevos como ingredientes principales. Cuanta más proteína, mejor es la digestión del perro.
Paso 4. No le dé comida humana al perro
Por mucho que coma y parezca que le gusta todo, el organismo canino no es capaz de procesar los mismos alimentos que los humanos. Muchos alimentos comunes son tóxicos para los perros; incluso pequeñas cantidades pueden envenenar gravemente al animal. Nunca lo alimente::
- Palta.
- Masa de pan.
- Chocolate.
- Alcohol.
- Uvas y pasas.
- Alimentos con lúpulo.
- Nueces de macadamia.
- Cebolla.
- Ajo.
- Xilitol, un producto que se encuentra en alimentos "sin azúcar".
Paso 5. No permita que el perro juegue con animales enfermos
Así como los niños transmiten un resfriado a sus compañeros de escuela, los perros también se transmiten enfermedades entre ellos. Si conoce a un perro que ha estado enfermo recientemente, mantenga a su mascota alejada de él por un tiempo.
- Puede ser difícil controlar esto en un parque, principalmente debido a la gran cantidad de animales presentes.
- Si el perro se enferma, hable con otros propietarios que visiten el mismo parque que usted para averiguar si hay casos similares.
- Hablar con otros propietarios puede ayudarlo a obtener información sobre lo que le pasa al perro.
Paso 6. Tenga en cuenta las posibles enfermedades del perro
Algunos problemas existentes, como la pancreatitis, pueden provocar frecuentes molestias estomacales. Si sabe que su perro lo padece, obsérvelo de cerca para identificar dolores de estómago y otros problemas frecuentes. Esté atento a la falta de energía y la diarrea, por ejemplo. El tratamiento temprano con un veterinario puede ayudar a controlar los síntomas de forma rápida y sin dolor.